El llanto del bebé... ¿hambre, frio o berrinche?

El tono, la intensidad, la frecuencia del llanto del bebé, los gestos de su rostro, la lengua y los movimientos de su cuerpo nos están diciendo algo. Basta observarlo con detenimiento para interpretar su mensaje.

Hay que fijarnos en el momento del día o de la noche que llora, si se presenta luego de comer o de dormir, si podría estar mojado o sobreestimulado, etc.. también hay que observar la cantidad de ruido en el ambiente, aromas, alimentos en cocción, ventiladores, temperatura, etc... Nuestro estado anímico también influye por que el bebé lo puede percibir.

Un bebé, regularmente, llora por hambre, cambio de pañal, necesidad de ser cargado, un malestar o por ninguna reacción aparente, por ello hay que tener en cuenta lo siguiente:

• si tan pronto como le has dado de comer, y después de observar que todo está aparentemente bien, el bebé continúa llorando, hay que checar su temperatura para asegurarnos que no esté enfermo. Cuando lo está, su llanto es diferente del que es producido por el hambre o la frustración.
• Cuando tienen cólico, el llanto es incontrolable y dura cerca de tres horas al día, tres veces a la semana.